Descripción:
Hacía mucho tiempo que el vecindario de Guayaquil anhelaba por la adquisición de un elemento rápido de transporte para trasladarse a los balnearios de mar, en la época ardorosa del invierno o durante los períodos insalubres de la población, siquiera para cambiar de aires y gozar por momentos de la benéfica influencia del océano, sin mayor interrupción de las labores ordinarias en este activo y populoso centro del comercio y de la industria. Este medio de rápido transporte, que no podría proporcionarlo la vía fluvial,, siempre pesada, tardía y única al alcance de los habitantes de Guayaquil.