Descripción:
Durante una larga época de tribulación y de martirio, en que las pasiones humanas como hidras de múltiples cabezas, prendieron su veneno, causándonos heridas de orden material y moral, por el gran pecado de haber venido al Ecuador a laborar por el progreso del país, en ansía de esfuerzo y de trabajo, veíamos en la lejanía, un punto luminoso de orden, de seguridad personal y de garantías individuales: cual era el retorno del país al régimen constitucional. Hoy esa esperanza se ha convertido en realidad; y a la fuerza le ha sustituido el derecho, al abuso el régimen de la ley.