El terrible acontecimiento que tuvo lugar el día 26 de Junio del presente año de 1877, con la repentina erupción del cerro volcánico, el Cotopaxi y la copiosa lluvia de polvo y ceniza que la acompañó, causando considerables estragos y perjuicios en los territorios de Latacunga y Quito, es hoy día el argumento más interesante no sólo de las conversaciones privadas sino también el objeto de la seria atención de las personas encargadas de los intereses sociales, y de las que tratan de investigar en los fenómenos de la naturaleza las causas que los producen y las leyes que los gobiernan. Con este motivo el supremo gobierno tuvo a bien encargarnos de visitar y recorrer los lugares que fueron el teatro de esta terrible escena.