Os arreglamos con hermosas composiciones patrióticas, brotes espontáneos de un alma ardiente y templada al fuego de la libertad. La política no está reñida con el sacerdocio. La iglesia católica, enemiga siempre de la esclavitud, ha defendido la libertad en todos los tiempos. ¿ Quién se condolió, como Ella, de la suerte de la desventurada Polonia? ¿Quién como ella, hizo más nobles esfuerzos a trueco de ver libre esa Nación? Un sacerdote ilustrado y patriota digno es de nuestras consideraciones y simpatías. Si canta el heroísmo, debemos escucharle con respeto; porque sabe avalorar las hazañas acometidas por el bien, la patria y la justicia.