Descripción:
Cuando en febrero de este año 2022 las tropas rusas avanzaron sobre Ucrania, nadie pensaba que estábamos frente a dos acontecimientos que afectarían al mundo de forma transcendente: el comienzo de una guerra hibrida y el surgimiento de la multipolaridad. Por guerra híbrida entendemos un tipo de ofensiva que va más allá de la confrontación convencional de tropas en el territorio, cohetes, batallas aéreas o por mar. Ello supone que el conflicto –por lo menos para una de las dos partes– va a ser total, en términos de realizar sanciones financieras, sacar a Rusia del sistema de transferencia Swift, decomisar sus patrimonios depositados en Bancos de Occidente frente a un dictum sagrado del capitalismo y a la propie- dad privada de la intangibilidad de los depósitos. Asimismo, implica sanciones comerciales de todo tipo, es decir, no realizar ningún tipo de comercio con Rusia y abandonar las em- presas extranjeras de su territorio. Como si esto fuera poco, la guerra también tiene una dimensión cultural: la cultura de la cancelación.