Descripción:
Allá, en lejanas playas, en el centro de la actividad universal, en la populosa ciudad de París, cuna de la modo, del placer, de la alegría, del buen guste y del pensamiento, expiró un hombre admirable, uno de los talentos más conspicuos del siglo XIX; murió como un esteta, cantando á la naturaleza y presentándose con solemne talante y aire gentil á las bodas con la pálida enlutada, que dicen los poetas de la nueva cepa.