Descripción:
Han surgido recientemente en la escena internacional nuevos protagonismos que se reflejan en crecientes demandas sobre los organismos multilaterales. Este proceso está dando lugar a una transformación de las modalidades operativas de los organismos internacionales, una ampliación de los temas que integran su agenda y la búsqueda de formas de vinculación directa entre ellos y la sociedad civil. Las temáticas que más se destacan en esta agenda son la modernización de la gestión del Estado, la consolidación de las instituciones democráticas. El fortalecimiento del gobierno local, la protección de los derechos humanos y del medio ambiente y la reforma de las políticas sociales. Como resultado de este proceso, la línea demarcatoria entre el ámbito doméstico y el internacional se ve erosionada y la nueva agenda es objeto de un tratamiento político y técnico por parte de los gobiernos, los organismos multilaterales y una extensa red de organizaciones no gubernamentales (ONGs). Los Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMDs), de esta forma, se han convertido paulatinamente en el más importante anclaje externo de los países en desarrollo. Su influencia e injerencia en la política nacional ha aumentado considerablemente. Los efectos del ajuste, como de los mega proyectos de infraestructura hicieron que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM), se convirtieran en el foco de duras críticas por parte de las ONGs en los países a portantes de capital. Estas circunstancias los han llevado a destinar una gran parte de sus fondos al financiamiento de iniciativas sociales y medio-ambientales que alivien los efectos más negativos producidos por el ajuste y el deterioro medioambiental que dejaron atrás sus mega proyectos de infraestructura.