Descripción:
La estigmatización que el Presidente Reagan realizará de la Unión Soviética definiéndola como el "imperio del mal" que amenazaba a las puertas de los Estados Unidos y del resto del mundo libre, nos llevó a comienzos de los años ochenta a tomar muy seriamente la tarea de dilucidar la naturaleza de las relaciones soviético-latinoamericanas. La política de la administración estadounidense, fundamentada en afirmaciones aparentemente sólidas como la ya maltrecha tesis acerca del futuro definitivamente opuesto de los regímenes autoritarios y totalitarios, provocó nuestra natural curiosidad intelectual y nos movió a poner en duda convicciones profundas basadas en débiles argumentos.