Descripción:
Lanzar la idea de rescatar los procesos de las mujeres y el invisible lado femenino de su mundo, a través de imágenes y testimonios, fue sin lugar a dudas, una idea novedosa y original, que lleno de expectativas el ambiente local y nacional. La idea era buena y el éxito de sus sendas ediciones lo confirmaron paulatinamente. Cientos de mujeres y hombres participaron en el concurso para decir con palabras cotidianas y con figuras capturadas en fracciones de segundo, aquello que el mundo y su lógica se había empeñado en ignorar, desvalorizar e interpretar como parte de un mundo subalterno y opaco, incapaz de brillar con luz y aportes propios. La subterránea cosmovisión femenina emergió con toda la fuerza irrumpiendo en el escenario social y tomando posesión legítima de su nuevo espacio, al punto de llamar la atención de todos y de todas quienes, hasta ese momento, no habían reparado en su auténtico valor.