Los éxtasis solemnes, los éxtasis sagrados: éxtasis de muchedumbres, éxtasis de hombres, éxtasis de hormigas, éxtasis de astros; lo que acontece al hombre y a la mujer histérica; al hombre alucinado, que marcha con los brazos abiertos, con la mirada fija más allá de la tierra, más allá de los campos. Éxtasis de las abejas: ni centro la reina, las obreras ni trabajo. Al centro el sol, y en torno de él girando vamos. No aman la paz, la paz de los cristianos, los que vieron en el cielo el signo de la cruz.