Description:
Mantenedor de la FIESTA DE LA LIRA en 1926, siento en mi conciencia los requerimientos de un deber sagrado por cumplir, no solo para los auspicios de este florilegio de arte en la presente primavera espiritual, sino también para mantener vivo el culto del pasado y la tradición de la gloria literaria de esta Arcadia de los Andes ecuatoriales, apartando la maleza que, al parecer, amenaza cubrir el viejo tronco del árbol sagrado, del que tantos años tuvimos los primeros frutos, cuando los nuevos trovadores arrancaron rosas y laureles para sus frentes soñadoras en la hermosa vendimia poética del año 1919, realizada bajo el patriarcado de los que presidieron el Círculo de las letras ecuatorianas, cabe la margen florida del Tomebamba.