Descripción:
De medio siglo a esta parte, si materialmente hemos ganado mucho, es indecible lo que, en el sentido moral, hemos perdido; y así como con el neologismo flirteo se ha sustituido el amor, y se ha contrahecho el rubor y la candidez con el antieufónico maquillaje, hemos llegado a la velocidad máxima a costa de la conciencia del movimiento.
Lo vertiginoso de la vida no da tiempo a paladearla. Al suprimirse las distancias, nos hemos alejado de nosotros mismos, y lo que antes iba, de sorpresa en sorpresa, columbrando y sintiendo el alma, hoy se mete de golpe por los ojos, frustrando la emoción y haciendo imposible la escala del ensueño.