Descripción:
En la mayoría de los países de América Latina, los espacios de producción agroindustrial está concentrado en grandes haciendas ubicadas en las zonas planas donde el acceso al agua de riego es relativamente fácil. Por el contrario, la producción de alimentos para el consumo nacional suele darse en propiedades pequeñas, ubicadas en zonas con pendiente pronunciada donde el acceso al agua se dificulta. Paralelamente, la expansión de la agroindustria demanda más agua, que incrementa las inequidades territoriales ya existentes. Por supuesto, esta es también una confrontación entre la gran producción orientada a la industria y la exportación y la pequeña y mediana producción que satisface el consumo doméstico. Nuevos usuarios complejizan este panorama, como hidroeléctricas, industria extractiva, grandes proyectos urbanos, etc.