Descripción:
La segunda mitad del siglo XX estuvo marcada por luchas de independencia en los países aún colonizados en África y Asia. En América Latina, las estructuras neocoloniales habían subordinado a las repúblicas constituidas como independientes a comienzos del siglo XIX, consolidando la posición subalterna de los nuevos Estados en la división internacional del trabajo. Durante las décadas de crisis mundial (1914-1948), en América Latina se libraron combates entre una corriente oligárquica que intentó violentamente imponer el peso de la debacle sobre los hombros de las clases populares, y una corriente de izquierda nutrida por dos procesos: la creciente organización popular campesina y sindical, y una clase media radicalizada.