Los hijos de las tinieblas después de haber agotado los medios para desterrar del mundo el conocímiento verdadero de Dios, y su culto y su Iglesia depositaria de la verdad, echaron mano de uno que considerado en sí mismo tenía gran poder eficacia para conseguir ese fin infernal. Conociendo que así como un estado bien ordenado influye eficazmente en la mejora moral de los individuos y les prepara y abre el camino á la mejora religiosa, así también una sociedad impía y desnaturalizada les lleva con paso seguro á la perdición, se propusieron, y lo han conseguido en gran parte, corromper á los Estados hasta el punto de dejarlos completamente alejados de las verdades más obvias de la moral y de las más fundamentales de la religión.