Descripción:
En el Ecuador, dejar que se diga ó haga lo que se quiera en contra de la Iglesia y de sus Ministros, sería consentir en el mayor de los crímenes sociales, y callarnos los que profesamos la doctrina que ella enseña sería una atroz perfidia, una vez que se niegan sus dogmas santos y se cometen escándalos.