En el contexto latinoamericano nuevos movimientos sociales parecen emerger estimulados por la derrota de los partidos de izquierda y del movimiento obrero tradicional. Desde esta perspectiva. dos son los efectos que habrían estimulado la formación de estos movimientos. De un lado. la obligada fragmentación de las estructuras partidarias y los sindicatos. que bajo el control de Estados autoritarios han estado sometidos a la represión directa y a la violencia institucional. De otro, la crisis de representación y legitimidad de los actores políticos institucionales que habría determinado la búsqueda de renovadas formas de acción colectiva y la emergencia de nuevas áreas de conflicto y preocupaciones. En este campo. habrían surgido en América Latina movimientos de mujeres cuyas modalidades de participación en la escena política se caracterizan por una gran diversidad y heterogeneidad. Así, mientras algunos de estos movimientos tienen expresiones que se basan en las .especificidades de género (movimientos feministas), otras en cambio parten del espacio que les abren sus roles tradicionales articulados a las categorías sociales de clase o etnia (movimientos femeninos o de mujeres) . Están también aquellos movimientos articulados en torno al ámbito laboral que en muchos casos terminan asumiendo demandas y reivindicaciones propias de su condición de subordinación.