Descripción:
Un adolescente se halla sentado ante una mesita; tiene delante un rimero de cuartillas; con ligera, presta, rauda pluma, va trazando renglones, ennegreciendo los blancos papeles; se detiene a veces; borra una palabra; escribe, rápidamente, otra.
El artículo que ese adolescente está escribiendo es para un semanario del pueblecito. Con gran fe, con ardimiento, con pasión, ha ido este mozo trazando los renglones en las blancas cuartillas. Y luego, en la modesta imprenta, ansioso, sin perder un minuto, ha visto como esas cuartillas iban transformándose en letras impresas. Y más tarde, con el periódico en la mano, húmedo, oliendo a tinta fresca, ha leído y vuelto a leer su artículo. En todo el pueblo, seguramente, lo estarán leyendo a estas horas; no cabe duda de que esta prosa es viva, amena, enérgica, rápida, pintoresca. Y pasan dos o tres días dela semana; ya el domingo ha quedado atrás; es preciso pensar en el original para el próximo número.