AL ACEPTAR el elevado cargo que el Señor Presidente interino de la República me confiara, encargándome, por decreto de 7 de diciembre último, cuando ya vosotros habiáis comenzado las labores de vuestra augusta misión, el Ministerio de lo Interior, Policía, Instrucción Pública, Justicia, Beneficencia, Relaciones Exteriores, Obras Públicas, Negocios Eclesiásticos y más secciones anexas; no pare mientes ni en lo difícil de una situación tan anormal, ni en mi declarada deficiencia para el desempeño de una Cartera tan complicada, ni en ninguna otra circunstancia de peso; sino que animado del más ardiente deseo de servir á mi Patria, y de cooperar con mis pequeños esfuerzos á que se implante el orden constitucional sobre bases verdaderamente republicanas, y que correspondan á nuestra última transformación política.