En el informe que tuve la honra de presentaros el año anterior os decía: “Si bien el ejército descansa hoy de las fatigas de la última campaña, no es difícil que pronto torne á ellas, pues todavía los perturbadores maquinan contra el orden público'’; y es muy doloroso para mí haber de deciros en el presente que aquel temor fue luego triste realidad, y que si, con la protección del Todopoderoso, el Gobierno ha conseguido mantener el imperio de la Constitución y leyes de la República, la dura necesidad de consagrar su atención especialmente á la conservación de la paz le ha impedido hacer, en los varios ramos de la administración pública, todo el bien que habría deseado presentaros como cumplimiento de sus rectos y patrióticos designios. Corta será, por lo tanto, la exposición que voy á haceros; y plugiera al Cielo que fuese menos desconsoladora!