La España del descubrimiento y la conquista, una vez quieta esta última y pacificados sus toscos y valerosos hombres, dio paso a la organización de las ciudades, a su plan civilizado -que recién comenzaba- con el arreglo de la vida jurídica, social, comercial, económica, educativa, y lo que hoy llamamos asistencia social que en ese tiempo era una acción de caridad cristiana y una muestra de amo al semejante.