Descripción:
Hace más de ciento cincuenta años, Karl Marx identificaba de manera certera
en El manifiesto comunista los cambios que hoy determinan el comportamiento
de nuestra economía. La destrucción de la vieja industria, la expansión
comercial, la concentración de la propiedad, la desaparición de la producción
destinada al propio consumo y el dominio de la ciudad sobre el campo
eran algunas de las principales señas de identidad de la nueva sociedad burguesa.
Hoy, en pleno siglo XXI y tras una escalada neoliberal a nivel político y económico
iniciada a mediados de los años setenta, siguen plenamente vigentes las
notas definitorias de un modelo que persigue la liberalización de las economías
subdesarrolladas de los países de la periferia y es especialmente agresivo con sus
frágiles entornos rurales.