Descripción:
El método del zoom o de la lupa está de moda. Para vender o atraer, algunos medios de comunicación hacen primeros planos de las heridas y de los hierros retorcidos. Y no les basta con eso. Además, adjetivan, califican y juzgan. Por esa vía el entorno desaparece o simplemente es un agregado. Por eso un delincuente o una prostituta, en la llamada crónica roja, ya es sentenciado por el periódico, la radio o la televisión antes que un juez instaure el proceso. ¿Qué hacer ante esto? ¿Cómo enfrentar responsablemente las diversas presiones que tiene el cronista de sucesos? El autor plantea algunas posibilidades.