Confesamos que nos ha causado no oca sorpresa el Manifiesto a la Nación que acaba de publicar el Señor General Franco, no tanto por el desaliño con que está escrito, imperdonable en un candidato a la Presidencia de la República, como por las injusticias que contiene su airado tono y la interesada tergiversación de los hechos que presenta, cosa grave en un hombre público puesto en el preciso caso de la mayor de las moderaciones posibles en su actitud y en su lenguaje. No queremos entrar en el minucioso examen de tan peregrino como imprevisto documento; pero si preguntaremos; ¿Qué se ha propuesto con el Sr. Gral. Franco? Ese manifiesto no representa una renuncia formal de su candidatura.