Descripción:
El manual de redacción de El tiempo de Bogotá –todo un libro- dedica al gerundio esto: "El uso del gerundio tiene algunas dificultades. Por eso hay que evitarlo si no se está seguro de las reglas que lo rigen" (3.01.23.). Esto asusta, sin duda, al profano -entre los cuales han de contarse, casi sin excepción, los periodistas de las nuevas hornadas-. Con razón puede pensar: "Bueno, esas reglas deben ser tan difíciles que, en lugar de intentar darlas, se acude a tan intimidante aviso". Y otra vez, como en el artículo anterior, el espacio nos quedó corto. Hay aún algunas cosas interesantes y útiles que decir sobre el gerundio y el periodista que -como se echa de ver por los casos acá traídos, tan corrientes en redacción periodística- es hombre de gerundios. Será otra vez. Para cerrar la presente, resumamos: el gerundio español no es el intimidante fantasma que algunos pretenden. Su uso -se lo ha mostrado- se resume en dos reglas elementalísimas !A dominarlas, pues, y disfrutar de pieza tan expresiva y tan afín a formas tan dinámicas de periodismo, como el deportivo y el de crónica roja!