Ser literato y periodista es para Osvaldo Soriano tan natural como el agua y el aire. Desde pequeño, cuenta, hizo todo tipo de oficios adecuados para quien los estudios no le gustaban y por tanto los evitó. La única materia que le iba más o menos (sacaba 7y en el resto menos) era la gramática o castellano. "Pero con el tiempo lo pensé: yo quería ser periodista ~y no escribir noticias sino sobre las noticias, me parecía lo más fascinante después del fútbol, ahí sí trabajé". Cuando vivía en la provincia –él nació en la provincia de La Plata, al sur de Buenos Aires- decidió prepararse para ingresar en la que en ese tiempo era la revista más sofisticada de Argentina y una de las más importantes de América Latina, llamada Primera Plana y donde trabajaban intelectuales de altísimo nivel. Era un desafío personal y su actitud era" acá voy a ir y no me van a joder". Y se sentó durante un año y más a escribir con el estilo que esa revista utilizaba. ''Tuve la suerte de tener una oportunidad cuando hubo un acontecimiento en un pueblo y se lo comunique a alguien de la revista, así que como para sacárseme de encima me pidió que lo escribiera. Trabajé como nunca en mi vida, Nadie iba a hacer ese trabajo mejor que yo, ni siquiera que manden un plantel de cinco tipos". Y salió publicado.