Antes de septiembre de1994, cuando las delegadas gubernamentales realizaban una reunión preparatoria regional, en Mar del Plata, el tema de la comunicación no había sido considerado de importancia como para incluirlo en la agenda oficial latinoamericana que se propondría en Beijing 95. Su inclusión es un logro de las ONG 's que se han venido reuniendo en torno al tema. No obstante la importancia de la Cumbre Mundial de Beijing, Sellara Isabel, telenovela colombiana, ha provocado más interés en Quito que los documentos gubernamentales preparados para el último de los eventos sobre las mujeres que se realizará en el presente siglo y que convocará, durante dos semanas de septiembre, a 36 mil representantes de todos los países del orbe. No es extraño que esto ocurra. Los medios de comunicación marcan la pauta: lo que ellos no hacen conocer, prácticamente no existe. Tampoco asombra la preferencia: las telenovelas, convertidas en fenómeno de la comunicación masiva, arrastran a más público, sobre todo femenino, que cualquier otro programa televisado o radial, y constituyen el mejor ejemplo de difusión y afianzamiento de estereotipos masculinos y femeninos.