Antes, todo parecía ser color de rosa. Los dibujos animados, exclusivamente para los niños, mostraban imágenes tiernas y muñequitos dulces y estéticamente preciosos. Las historias eran por lo general cuentos graciosos que divertían a los pequeños. Brujas hadas, animales y niños bonitos eran los principales personajes de los dibujos, centrados en tramas inocentes como la del Oso Yogui y Tom y Jerry. En la actualidad los dibujos animados son totalmente diferentes y cuestionadores. Tal vez el mejor ejemplo sea el de Los Simpson. Los dibujos animados se han visto obligados a adaptarse a la realidad actual, a la modernidad y agilidad de los niños. Fue por eso que en junio de 1993 el famoso Popeye dejó las espinacas y se cambió completamente de imagen. Después de 62 años en las pantallas de televisión, y por las exigencias del mercado moderno, el marinero más fuerte del mundo -creado por el estadounidense Elzie Crisler consiguió un trabajo en una discoteca y viste camisas de marca y pantalones de moda; Olivia, la novia de Popeye, cambió las faldas largas por un atuendo de acuerdo con los tiempos; y Brutus, enemigo de Popeye, decidió dejarse crecer el pelo.