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Errores comunes en el lenguaje periodístico. Objetividad y percepción

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dc.creator Rodríguez, Juan Manuel
dc.date 2005-06
dc.date.accessioned 2018-04-26T15:22:53Z
dc.date.available 2018-04-26T15:22:53Z
dc.identifier.citation Rodríguez, Juan Manuel. 2005. Errores comunes en el lenguaje periodístico. Objetividad y percepción. Chasqui 90: 80-81 es_ES
dc.identifier.issn 1390-1079 Impreso
dc.identifier.issn 1390-924X Electrónico
dc.identifier.uri http://hdl.handle.net/10469/13454
dc.description En un programa de televisión española, la periodista cuyo nombre prefiero omitir declaraba con 'desparpajo cerril: "yo digo lo que veo", e insistía en ello y lo remarcaba como argumento de su información sin controversia ni asomo de titubeo. Su convicción era tal, que además de querer convencemos intentaba persuadirnos, o sea, que por todo medio deseaba nuestro apego racional a sus impresiones y además la adhesión emotiva a esa versión. Con su altanería tal vez deseaba manifestar que ella era fuente confiable por ceñirse a los datos sensibles, que como testigo de ellos poseía credibilidad y que su juicio estaba acreditado por la percepción sensorial; por todo esto, debía suponer que entregaba una información veraz o verídica. Las dudas de su afirmación sobrevienen en seguida. Con frecuencia, los datos sensibles son ilusión y, cuando no, están moldeados, esquematizados, resumidos, adaptados por la conciencia del sujeto perceptor. Ninguna percepción es absoluta, pues está conformada, limitada y constituida por ciertos umbrales de los sentidos; además, cada persona responde a procesos sicológicos que deforman y conforman la percepción. Algunos de ellos son los prejuicios, la intensidad y selectividad de los estímulos, la sumisión cultural y familiaridad con sucesos reiterados. Por otro lado, la credibilidad que obtiene el informador no es un don genético, sino una cualidad que entrega el público a la fuente. La credibilidad es cedida; el alumno la otorga al profesor, el soldado al sargento, y el televidente al informador, o sea que nadie la posee per se. Tal vez, la periodista deseaba decirnos que su juicio era sincero, o sea, que existía una adecuación entre lo percibido y expresado. Pero un redactor puede ser sincero, (veraz) y desinformar, tal es el caso del que se equivoca sin intención de adulterar los hechos. es_ES
dc.format p. 80-81 es_ES
dc.language spa es_ES
dc.publisher Quito, Ecuador : CIESPAL es_ES
dc.rights openAccess es_ES
dc.rights Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Ecuador *
dc.rights.uri http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ec/ *
dc.subject SENSORIAL - es_ES
dc.subject PERCEPCIÓN es_ES
dc.subject UMBRALES es_ES
dc.subject EMISOR–RECEPTOR es_ES
dc.subject OPINIÓN-CONTROVERSIA es_ES
dc.subject CREDIBILIDAD es_ES
dc.title Errores comunes en el lenguaje periodístico. Objetividad y percepción es_ES
dc.type article es_ES
dc.tipo.spa Artículo es_ES


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