Descripción:
Cada vez oímos hablar más de una democratización de nuestras sociedades. Y esta democratización pasa cada vez más por la participación y la constitución de la ciudadanía. Y la paradoja a todos estos deseos son los medios de comunicación, particularmente el protagonista de la segunda mitad de este siglo: la televisión. ¿Quiénes son losactores deesta comunicación? En primer lugar: la opinión pública. ¿Quiénes la componen? Un puñado de influyentes analistas, unos cuantos periodistas y los voceros de la sociedad formal: funcionarios del Estado, dirigentes gremiales, empresariales, políticos, empresas de marketing. Ellos elaboran el discurso ético y político y establecen lo que la sociedad quiere o rechaza, todo lo que ese "amasijo confuso de lo social" desea sin decirlo, y que supuestamente se manifiesta por boca de ellos. En segundo lugar: la masa representada por ciudadanos tomados al azar, sorprendidos en una calle o frente a una ventanilla y que atropelladamente elaboran una respuesta de acuerdo a las circunstancias inmediatas: según sea que no pudieron tomar el autobus o que llevan dos horas haciendo cola para sacar una cédula de identidad. Finalmente está un tercer protagonista: el marginal. Aquel al que la cámara sorprende en las situaciones más vulnerables y más miserables, para alimentar con él el discurso de los valores, al tiempo que entretener al público con sus culpas.