El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, a lo largo de su historia, ha fortalecido un discurso político pensado desde la inclusión, la igualdad y la transformación social. Asimismo desde su fundación y en el proceso que demanda construir una propuesta viable y justa de Reforma Agraria (su base fundamental) se ha visto confrontado también a varios desafíos internos. Estos han sido producto de diversas demandas y propuestas que han surgido de los propios militantes/as, especialmente de aquellos quienes conforman la base. Uno de estos desafíos ha sido prestar atención a aquellas dificultades percibidas en torno a las relaciones e identidades de género dentro el Movimiento, y las cuales, se han venido trabajando a través del Sector de Género – fundado el año 2000 – y la construcción de diferentes políticas internas.