Descripción:
El enfrentamiento de fuerzas, alrededor de la corrupción entre los medios de comunicación y el Estado en sus manifestaciones municipales, provinciales y nacionales; alcanzó en Argentina niveles espectaculares y logró captar el interés masivo de lectores y audiencias. Sin embargo, la derrota informativa del Estado no se tradujo en cambios de conducta ni reales reformas modernizantes. Cambiaron las formas pero el contenido de sus acciones se mantuvo más o menos intacto. De las crónicas y análisis que publicó Chasqui sobre Brasil, Venezuela, México y otros países el resultado parece ser similar. Los medios son factores de poder pero no son parte del poder mismo. Simeoni, Bernetti, Agosto y los muchos profesionales consultados en estos trabajos señalan tácitamente la ausencia de alianzas y voluntades políticas que transformen las denuncias en cambios de fondo. Los auges de las denuncias pasan por etapas de euforia a las que suceden actitudes de desencanto y pesimismo.