Descripción:
En el Programa de Comunicación fuimos condenses, desde un primer momento, que enfrentábamos una tarea amplia y compleja: la comunicación popular se estaba haciendo en América Latina a distintos niveles y de diferentes maneras. Por un lado, orga íizaciones propias de los sectores populares -desde sindicatos a comunidades eclesiales de base, desde grupos de mujeres a comunidades campesinas- rescataban y creaban formas y medios de expresión propios como parte de su práctica organizativa, reivindicativa, social. Por otro, una cantidad de instituciones o grupos intermediarios generaban medios de información destinados a los sectores populares, trabajaban con ellos apoyando sus prácticas, producían materiales (mensajes) orientados a favorecer su auto-educación. ¿Dónde situar entonces ese Programa
de Comunicación cuya finalidad global debía ser el apoyo y fortalecimiento de esas múltiples experiencias?