Descripción:
Dentro del naciente movimiento que hoy brega por un nuevo orden de la comunicación, por construir una comunicación democrática y al servicio de las mayorías, es posible distinguir dos corrientes o tendencias. No opuestas ni antagónicas; por el contrario, con amplios planos de convergencia en sus premisas y en sus metas últimas; pero, con todo, diferentes. Con el riesgo que supone toda simplificación, podemos tal vez caracterizarlas diciendo que una se sitúa a nivel “macro” en tanto la otra se ubica a nivel “micro”. La primera tendencia pone el énfasis en la necesidad de políticas nacionales e internacionales de comunicación; apunta a combatir a las transnacionales de la información y a los grandes monopolios que concentran el poder de los medios masivos.