Desde la disolución de la última Legisladura en octubre de 1858, han sido tan excepcionales y violentas las circunstancias en que se ha encontrado la República, que no ha sido posible adquirir los datos necesarios para que los pueblos tuvieran hoy un conocimiento exacto del manejo de los intereses fiscales; ha sido, pues, indispensable recorrer un período borrascoso de dos años para presentar un cuadro general del movimiento de las rentas públicas en toda la Nación