Descripción:
El impulso a los procesos de descentralización del Estado, en su versión moderna, cobran fuerza en la década de los 80 del pasado siglo, momento que además estuviera signado por la crisis de la deuda externa (1982), por lo que tendrán al menos dos razones que buscarán darle centralidad. Así, desde los intereses de ajustar las economías para obtener excedentes para el pago de las deudas, promovido por la banca y los organismos multilaterales, de lo que se trataría fundamentalmente, será transferir la gestión de actividades desde el gobierno central a los gobiernos locales para ahorrar costo de gestión y de políticas específicas.