Esta tesis estudia el cambio cultural en la escuela primaria expresado en nuevas definiciones pedagógicas a partir de analizar las prácticas asociadas con el uso del texto escolar. Si se considera la vigencia e importancia del texto escolar en las prácticas de enseñanza y de aprendizaje aún en medio de un contexto cultural de profundas transformaciones, las prácticas de uso del texto escolar en el ámbito de la institución educativa constituyen una puerta de entrada para el análisis de la escuela y su relación con los cambios culturales actuales. En esa relación se pone en cuestión una serie de definiciones acerca de los contenidos a transmitir, los modos de enseñar, la actualidad de los niños y sus formas de aprender, las prácticas de lectura, los sentidos de la enseñanza y del aprendizaje escolar. Con ese objetivo, en esta tesis se analizan los usos de los textos escolares por parte de los niños y se demuestra que los niños son, hoy, productores centrales de la cultura escolar. La idea rectora es la existencia de un protagonismo infantil gestado por los mismos niños y, a la vez, cedido por los docentes en el marco de tensiones vinculadas con los usos de los textos escolares y las nuevas materialidades que ingresan al aula. Luego, estudia la construcción artesanal de prácticas docentes buscando dar cuenta de los sentidos, las concepciones y las acciones que las componen y de las dinámicas que las impulsan, cambian o cuestionan. Se estudia una diversidad de prácticas docentes que involucran libros de textos y que enfatizan aspectos distintos (la palabra, las emociones, la motivación, los saberes, la lectura), es decir, reflejan el universo de sentidos de estos docentes al enseñar. Del análisis se deduce que los docentes se movilizan por lo que interpretan como necesidades y gustos de los chicos y subordinan a éstos las ideas de especialistas del campo académico o las demandas de las prescripciones políticas. Finalmente, se indaga el papel de los libros de textos y de otros materiales en las prácticas de niños y maestros como, también, los cambios que su uso implica en la forma de concebir los saberes y en las concepciones de espacio y tiempo escolar. Se atiende a la función de cada uno de los materiales entre los cuales el libro mantiene vigencia como material privilegiado para estudiar. Desde una perspectiva centrada en la indagación del significado que los actores le otorgan a la experiencia escolar, la estrategia de investigación implicó una estadía en el campo durante el ciclo lectivo de 2013 en dos escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires e involucró observaciones no participante en aulas, biblioteca escolar y otros espacios escolares que frecuentaban los alumnos de 6to. y 7 mo. grado; entrevistas en profundidad a maestros, directores y coordinadores; entrevistas espontáneas a auxiliares docentes, personal de maestranza; dos grupos focales de alumnos en cada una de las escuelas y la obtención y estudio de más de quinientas fotografías de carpetas de alumnos, libros de texto de los alumnos, situaciones de clase, actos, carteleras, paredes de las aulas, en cada escuela. Se espera que esta investigación ofrezca elementos inéditos a la discusión tanto de la construcción del currículum como de las prácticas cotidianas, en orden a las nuevas definiciones de saberes y prácticas que están ocurriendo en las escuelas.