Descripción:
La desigualdad y la reproducción de la pobreza en Argentina, en el periodo considerado (1983-2015), tiene un enfoque económico orientado a unidades conceptuales de análisis como la distribución de Ia riqueza, los ingresos o el acceso a un empleo pero también considera a la democracia y sus diferentes enfoques como parte de un orden social desigual global.
El presente trabajo estudia la justificación y la imposibilidad de la democracia representativa de brindar soluciones colectivas a los ―efectos‖ locales de ese orden desigual. Da cuenta de su reproducción, su habitualidad y la debilidad de nuestro sistema democrático frente a la presión coordinada de "poderes globalizados" y sectores dominantes locales.
La democracia moderna argentina puede funcionar como un instrumento que facilita la internalización y reproducción de ese orden, ante la recurrente implementación de políticas gubernamentales presentadas como ―recetas anticrisis‖ globales en nuestra política interna.
El ideal democrático moderno casi no admite discusiones, pero los regímenes contemporáneos que lo reivindican tienen fuertes críticas internas por los resultados que el régimen democrático genera y sus objetivos.
Es el problema político de nuestro tiempo. Para su análisis desde la teoría política, se consideran, las dos grandes interpretaciones sobre la participación de los ciudadanos en el espacio público: aquella que entiende a la democracia como expresión efectiva de la voluntad general, como ―gobierno del pueblo‖ o pensada como búsqueda de la igualdad; y, a la que concibe a la democracia como ―gobierno de los políticos‖, o de las ―elites‖, o pensada como procedimiento que reduce la participación popular a un mero soporte o instrumento de elección de políticos profesionales.