Descripción:
El régimen de excepción permanente a escala global, corresponde a una fase de contrarrevolución generalizada que toma diferentes rostros, según el contexto cultural y político de cada país y de cada territorio. Hay quien quiere extraer, de esta crisis, oportunidades y lecciones. Esperar que la crisis nos ilumine y nos permita aprender lo que hasta ahora no veíamos acerca de nosotros mismos es un esquema moralista y religioso. De lo que se trata es de compartir esta experiencia concreta, de amplificarla y de enriquecerla, a partir de las situaciones laborales y económicas que estamos atravesando, de los problemas afectivos que se multiplican, de las prácticas de apoyo mutuo, conocimiento situado, intercambio y de nuevas formas de comunicación.