Los Programas de Transferencias Condicionadas (PTC) surgen con fuerza en América Latina nacen a raíz de los años 80, con la crisis de la deuda y el aumento de la pobreza en la región donde la intervención del Estado generaría redes de protección para los más vulnerables que les ayudaría a salir de la pobreza. Desde ese entonces, fueron concebidos con el fin de ser transitorios y condicionados a determinadas familias para que los utilicen en áreas de salud y educación; sin embargo, los PTC focalizados se volvieron la respuesta del neoliberalismo a la extrema pobreza volviéndose permanentes.