Descripción:
La pandemia de COVID-19 puso de relieve desigualdades históricas en el ámbito de los cuidados: la familiarización, feminización y estratificación social de este trabajo y la precariedad laboral de las trabajadoras del cuidado en domicilio, en su mayoría mujeres que no acceden a la protección social y reciben salarios bajos. Esta investigación ofrece nueva evidencia para comprender el trabajo de las cuidadoras domiciliarias en el marco de la pandemia y de una sociedad que envejece, y frente a un Estado que brinda respuestas restringidas, fragmentadas y focalizadas. Analiza la experiencia laboral y los significados y sentidos atribuidos a su trabajo por 18 cuidadoras domiciliarias que se desempeñaron en la Ciudad de Buenos Aires durante el período de aislamiento social preventivo y obligatorio. Los hallazgos de este estudio muestran el fuerte impacto que tuvo la pandemia sobre su trabajo, en los ámbitos de desempeño público, privado y comunitario. Las cuidadoras entrevistadas se adaptaron rápidamente a los cambios y dificultades prácticas y sanitarias impuestas por la pandemia, y asumieron los costos físicos y económicos de continuar trabajando. Las medidas tomadas por el Gobierno durante este período no lograron proteger sus derechos laborales, y en sus discursos, las cuidadoras señalaron la falta de reconocimiento social y económico. En línea con la organización social del cuidado que prevalece en nuestra sociedad, identificaron a la familia como principal responsable del cuidado de las personas mayores, a pesar de ser ellas mismas las cuidadoras principales. A su vez, denunciaron el malestar experimentado por las personas cuidadas durante la pandemia, en términos físicos, mentales y emocionales, y en relación a su autonomía para realizar acciones y tomar decisiones.