Descripción:
El cuidado, a nuestros congéneres y a todos aquellos considerados no humanos, puesto como centro de la vida, permite la incorporación y relocalización de todos los seres vivientes, al recrear formas de convivencia que privilegian la solidaridad y la ética. Muestras de ese nuevo convivir o del reconocimiento de ancestrales prácticas, son observables en las respuestas y prácticas de enfrentar la pandemia del COVID-19. Desde la narración de tres historias, además de comunicar otros mundos y formas de relación con nosotras/os y con los otros no humanos, donde el pensamiento y acción feministas acerca de las relaciones de cuidado, son fundamentales.