Descripción:
La idea de que solo algunos fenómenos políticos tienen una dimensión afectiva relevante analíticamente se basa en un binarismo ficticio que asume que razón y emoción actúan de forma separada. En esta tesis planteo aportes teóricos y analíticos para superar esta aproximación que limita el entendimiento de cómo lo afectivo acciona y da forma a lo político. Dos premisas teóricas me guían. La primera: toda forma de hacer política, estilo de liderazgo o gobierno, toda forma que adquiera la relación Estado-sociedad civil se constituye afectivamente, y esta constitución determina las capacidades de acción de quienes integran la relación, es decir, los afectos que caracterizan dicha relación tienen la potencialidad de promover o desincentivar la acción política y la participación.