Descripción:
A través del proceso histórico-social conocido como, división sexual del trabajo, se han asignado roles específicos a hombres y mujeres en función de su sexo y las características de su cuerpo, lo que ha funcionado como un orden social basado precisamente en esta diferencia, en el cual las mujeres han sido mayormente direccionadas a desempeñarse en el ámbito privado que implica la familia y la comunidad, y los hombres al ámbito público que implica lo económico y lo social. Partiendo de esto, las mujeres de distintas generaciones han asumido el rol de cuidados ya sea de forma mayoritaria o exclusiva, dentro de sus hogares.