La imagen de una guerra del Siglo de las Luces fue elegida por el intelectual radical José Peralta en el marco de la Asamblea Nacional instalada entre 1896 y 1897. Dicha imagen tuvo el sentido de defender la legitimidad de los profundos cambios que se impondrían tras el triunfo de la revolución, a partir de la carta constitucional compuesta por el trabajo deliberativo y el voto de la mayoría en el seno de aquella Asamblea Nacional. El voto mayoritario en la Asamblea, a partir de la articulación de un bloque entre los partidos Liberal y Radical, favoreció la terminación del concordato con la Santa Sede, con lo cual, en medio de una serie de restricciones para la Iglesia y el clero transnacional, se devolvió a la república la potestad sobre la vida civil, la educación y hasta nociones incluyentes sobre el poder, la propiedad y sus funciones nacionales.