Descripción:
Los regímenes progresistas, que querían demostrar que existen alternativas a las políticas neoliberales en América Latina, se encuentran en una profunda crisis. La catastrófica escalada de los conflictos a partir de 2018 en Venezuela y Nicaragua, así como también la ruptura de orientación política en Ecuador y la caída en 2019 de Evo Morales en Bolivia, obligan a reevaluar el llamado progresismo. Quien no se contenta, como se acostumbra a hacer, con denunciar las previsibles maquinaciones del imperialismo, debe buscar las razones internas del fracaso de un proclamado apresuradamente socialismo del siglo xxi. Destacados científicos sociales latinoamericanos han estudiado y analizado durante años cómo la continuación y la profundización del extractivismo causan inevitablemente las deformaciones autoritarias de los regímenes progresistas, llevándolos a un callejón sin salida económico y/o político.