Esta tesis aborda las prácticas y discursos que el Estado ecuatoriano ha generado en respuesta a los flujos migratorios, entre 1998 y 2006. Se plantea que estas prácticas y discursos emergen de un campo de disputa desde el cual se construye la migración, como una categoría de intervención estatal. Se parte de identificar importantes cambios en la manera en que el Estado asume la migración a partir de finales de la década de 1990, con respecto a períodos anteriores. El análisis muestra cómo esto supone un proceso en que el sujeto definido como migrante. Así como la migración, adquieren nuevos sentido. Tanto en el ámbito estatal como más allá de éste. Ello se observa con base en los procesos de elaboración de numerosos proyectos de ley, programas, proyectos y diversas iniciativas de política migratoria que copan las agendas estatales en la última década. El argumento central de la tesis plantea que la representaciones estatales sobre la migración se encuentran estrechamente vinculadas con la crisis política y financiera de finales de la década de 1990. Con este planteamiento, se busca entender cómo la gestión estatal de la migración en la última década evidencia dispositivos y tecnologías de gobiernos en los que confluye continuidades y cambios en las prácticas y discursos del Estado ecuatoriano sobre determinadas poblaciones.