Descripción:
Una transición energética que no se inscriba en una visión integral, que no aborde la problemática de la desigualdad en la distribución de los recursos energéticos, la cuestión de la pobreza energética, que no propicie la desmercantilización y fortalezca las capacidades de resiliencia de la sociedad civil, conducirá sin duda a una reforma parcial, sin modificar las causas estructurales del colapso socioecológico que estamos atravesando ni resolver las disparidades geopolíticas. La tendencia en zonas estratégicas, como el territorio del litio, indica que la transición energética avanza de la mano de una lógica corporativa y una narrativa capitalista-tecnocrática, esto es, bajo la forma de un nuevo colonialismo verde.