Desde una perspectiva antropológica-histórica, esta investigación indaga la relación entre juventud, metodismo y peronismo durante el período 1955-1973, etapa signada por la proscripción al Partido Justicialista. Se analiza cómo la cuestión peronista generó tensiones al interior del metodismo argentino, debido a que determinados sectores dentro de esta comunidad religiosa establecieron conexiones con dicho movimiento. Más específicamente, se busca comprender cómo este contexto influyó en las experiencias políticas de los jóvenes metodistas y rescatar aquellas trayectorias individuales que demuestran un acercamiento a ciertas opciones que ofrecía el movimiento peronista para ese entonces. Para dar cuenta de ello, en primer lugar, esta tesis reconstruye el proceso histórico de creciente involucramiento y organización de las juventudes evangélicas latinoamericanas, que comenzó en la primera etapa del siglo XX. Se explora cómo esta idea de compromiso y politización tomó fuerza entre un sector de los jóvenes evangélicos argentinos a mediados del mismo. En el caso del metodismo argentino, se analiza cómo todo esto se conjugó tanto con los propios fundamentos históricos-sociológicos y valores políticos del ethos metodista local, como también con las particularidades de un contexto argentino, que tuvo como eje gravitacional a la cuestión peronista. En segundo lugar, esta investigación estudia el rol que ocupaban estos actores dentro de la Iglesia Metodista, revisando así las actividades y redes en las que participaban. A partir de un análisis de su mundo social, se reflexiona sobre cuáles de esas prácticas, discursos, relaciones sociales y espacios pueden ser pensados como parte de las implicancias de su acción teológica-política. A su vez, se ahonda en la preocupación institucional que existió en torno a la juventud, teniendo presente los cambios socioculturales que la atravesaron a mediados de siglo y el apartamiento de muchos de jóvenes de los Templos. Se hace hincapié en cómo todo esto llevó a que la Iglesia Metodista pusiera en marcha una serie de políticas destinadas a estos actores, con el objetivo de acompañar este clima de época, aggionar al metodismo e incorporar la agencia juvenil en las acciones sociales de la misma. En tercer lugar, se contemplan los discursos político-religiosos que circulaban en los ámbitos de la juventud metodista, muchos de los cuales están relacionados con la efervescencia teológica cristiana de ese entonces y con una atmósfera ecuménica. Además, se profundiza en el papel que tuvo una vanguardia de intelectuales como fundadores de discursividades y la influencia que ejercieron en lo que respecta a la noción de compromiso político cristiano de ese entonces. A partir de ello, se cuestiona en qué medida este grupo habilitó una relectura del fenómeno peronista, a través de un proceso de resignificación del movimiento que se abrió después del Golpe de 1955. Un acontecimiento que puede ser entendido como una mito-praxis de ese despertar identitario.