Descripción:
Ecologizar el feminismo y feminizar el ecologismo requiere de dos procesos simultáneos. Uno es la investigación interdisciplinaria que estreche las brechas entre lo social y lo biológico para converger en un nuevo campo de producción de conocimiento: género y ambiente. Otro es una suerte de "activismo institucional”: obligar a través de la aplicación de políticas ambientales y, al mismo tiempo, cautivar las mentes de los ambientalistas y las ambientalistas recurriendo a la experiencia, para que en su trabajo (rural y urbano) ejecuten las recomendaciones que surgen de ese nuevo campo de conocimiento. Para tener eco en lo ambiental es imprescindible ganar espacio incidiendo en las instituciones, y para incidir es necesario alimentarse de los argumentos provenientes del nuevo conocimiento. En fin, son dos procesos inextricablemente intercalados.